Francisco Garvín
Los trabajos publicitarios realizados, que han sido variados y con roles muy diferentes, han tenido, casi siempre, algo en común, la expresividad.
Siendo publicidad podríamos pensar en un tratamiento puramente estético y superficial de las cosas. “hacerlo bonito” para que entre por los ojos.
Sin renunciar nunca a una imagen maravillosa del producto, cada día se impone más lo que es de pura lógica, la necesidad de ser creibles.
Si no se es creíble y no se convence al potencial cliente, este difícilmente querrá comprar.
En publicidad en la mayoría de las ocasiones, tanto en fotos como en anuncios, no se habla.
De ahí la mayor necesidad de ser expresivo, pero no por ello se puede dejar de ser creíble ya que, casi siempre, la decisión final de compra estará motivada por la confianza que inspire el producto.
La mezcla de creatividad, ingenio y capacidad de transmitir la idea adecuada, crearán las imágenes y la motivación necesarias para que sea irresistible comprar un producto,
Después será la bondad del mismo o la capacidad de satisfacer alguna de las necesidades del cliente (a veces motivadas puramente por la moda), lo que hará que este siga comprándolo.
También la publicidad cumple el papel de refuerzo. Ver que el producto que consumimos está ahí presente en los medios nos hace sentirnos mas satisfechos con él.
I'm a title.
I'm a paragraph. .